Nuestra Historia
UN VIAJE “HECHO CON AMOR”
Pastelería Alemana Holz es una empresa familiar fundada por Arno Holz (Alemán) y Maren Ines Ostvig (Noruega). La historia comienza en la década del 40 cuando ambos, por caminos separados, se asientan en Chile con el fin de encontrar mejores oportunidades de las que el viejo continente les podía ofrecer en esos momentos.
Sus primeros años transcurrieron en la ciudad de Concepción, donde se conocieron, se casaron y formaron una familia junto a sus tres hijos. Sin embargo, por diversas razones se vieron obligados a mudarse a Santiago en la década del los 70.Con el fin de hacerle frente a las adversidades, la familia Holz Ostvig se propuso hacer todo lo que estuviese a su alcance para sacar a su familia adelante. Fue en ese momento cuando Maren tomó sus conocimientos y recetas traídas desde Europa y comenzó a hornear en su propia casa. Primero vendió galletas y tímidamente fue incorporando productos como kuchenes, strudel de manzana, tartas, entre otras delicias.Poco a poco comenzaron a hacerse conocidos por la calidad y sabor de sus productos, hasta que en 1982 se inaugura en su casa la primera sala de ventas a orillas del Camino a Melipilla (Maipú).
Más de 40 años de historia
El tiempo comenzó a avanzar y en la década de los 90' el negocio familiar pasó a manos de la segunda generación: Ricardo Holz, hijo menor de los fundadores, y su señora Vivian Paiva. Durante más de 15 años trabajaron incansablemente, enfrentando múltiples desafíos y altibajos, lo que les permitió posicionar el prestigio de la Pastelería en lo más alto.
Siguiendo los pasos de sus padres, Rainer Holz y Bárbara Holz pasan a formar lo que hoy en día es la tercera generación al mando del negocio familiar. Con una visión más moderna, estos hermanos han logrado impregnar un sello propio pero sin perder la esencia y calidad que ha caracterizado a esta empresa desde sus inicios.
Hoy ya son más de 40 años de historia y tres generaciones manteniendo el legado completamente intacto
¿Cuál es el secreto?
Cuidar la calidad de los insumos y respetar la tradición de cada proceso. De esta forma, los clientes pueden seguir disfrutando de las recetas de Arno y Maren tal como se preparaban en el horno de su antiguo hogar.